martes, 24 de septiembre de 2013

Síntesis España visigoda.
Fuente: José Ángel García de Cortázar. La España medieval. Madrid, Alianza, 1974.
Autor resumen: Enrique Castaños (2011).





Epigonismo visigodo (José Ángel García de Cortázar)

*Arrio (muere 336)
*Arrianismo: a) en Dios no hay tres Personas, sino sólo una, el Padre; b) Cristo no es Dios, sino un apoyo al plan divino. Cristo, al ser creado por Dios, no ha existido desde siempre; luego el Verbo no es eterno.
*el Estado visigodo es el primero que se crea en la Península. Decisivo peso específico de la aplastante mayoría hispanorromana.
*409: por Roncesvalles penetran grupos de suevos, vándalos y alanos. En 411, en virtud de un foedus pactado con el Imperio de Occidente, esos grupos se establecen en la Península dejando libre la Tarraconense. En 415 penetran los primeros visigodos. En 418 los visigodos pactan un foedus con el Imperio. De este modo se suaviza la actividad devastadora de los germanos, alejándolos del valle del Ebro, y estimula el arraigo de los invasores en la Península, evitando aventuras marítimas (como la de los vándalos).
*el triunfo de la ruralización desde la crisis del siglo III facilita la incorporación de los invasores germánicos en la Península al medio físico, pero impide una dominación real: sólo lo aseguran las ciudades y las comunicaciones.
*siglo V: triple proceso: a) constitución de un régimen señorial; b) la incapacidad de los invasores por reconstruir en su provecho el sistema administrativo romano; c) aparición y consolidación de la Iglesia.
* itinerario visigodo: desde Adrianópolis (Turquía europea), pasando por el sur de Italia hasta Provenza, llegan a España hacia el 415. Desde esta fecha hasta el 507 su presencia en España menudea, aunque la capital sigue siendo Tolosa. Hasta mediados del siglo V cada penetración visigoda pretende dominar a los restantes invasores germánicos. Los suevos son vencidos en 456. A partir de entonces, la entrada de los visigodos es con fines de establecimiento pacífico.
*Eurico rompe el viejo foedus: Estado visigodo independiente.
*enfrentamiento entre los visigodos y los francos: los galorromanos se niegan a aceptar el arrianismo y sí, en cambio, el catolicismo al que se ha convertido Clodoveo. 507: derrota de Vouillé (en ella muere Alarico): desaparición del reino visigodo de Tolosa. De Francia sólo conservan la Narbonense.
*entraron en España alrededor de 100.000 visigodos, frente a los 4 millones de hispanorromanos (2 %). Se localizan en zonas muy concretas, especialmente en la provincia de Segovia (no está clara la razón de ello). En el resto del territorio establecen estratégicos contingentes militares, así como funcionarios en las ciudades más representativas.
*serán los hispanorromanos quienes eduquen a los visigodos en la individualidad de Hispania.
*con la presencia visigoda no disminuyó el aumento de las grandes propiedades señoriales.
*paulatina degradación del concepto de municipio romano, hasta que desaparece.
*cortísima esperanza de vida: hambrunas y pestes. La población vive en el límite de la subsistencia. Entre el 500 y el 700 estabilización demográfica: 4 millones de habitantes.
*época visigoda: decadencia de la industria y del comercio.
*a) progreso de la gran propiedad como unidad de producción; b) enrarecimiento del comercio interior y debilitamiento del exterior; c) degradación del gusto y del nivel de consumo; d) economía fragmentada.
*490-554: la población hispanorromana va abandonando las ciudades e instalándose en el campo.
*554-628: presencia bizantina en el sur, que reactiva las actividades comerciales de esa zona.
*628-680: cierta inercia.
*a partir del 680: decadencia pronunciada.
*engrandecimiento progresivo  en riqueza y poder social de una minoría frente al debilitamiento de la mayoría. Constitución de grandes propiedades y encomendación de un creciente número de hombres (embrión de los lazos de dependencia personal del feudalismo). Decadencia de las ciudades. Florecen las aldeas. Debilitamiento de la esclavitud (cristianismo).
*fortalecimiento de los sistemas de parentesco, engrandecidos con las clientelas voluntarias y diferencia abismal entre poderosos y humildes.
*estratificación social: pequeños propietarios libres, colonos, libertos y siervos. Incremento considerable de hombres libres que tienen que someterse a vínculos de dependencia personal.
*movimientos de reivindicación social enmascarados en herejías: el priscilianismo.
*judíos: minoría inasimilada, objeto de restricciones desde la conversión de Recaredo en 589. Clara persecución por parte de Sisebuto (613).
*a) identificación del pueblo visigodo con el espacio territorial peninsular. Control de suevos y vascones. Autoridad y firmeza de Leovigildo. En 585 los límites territoriales del Estado visigodo coinciden prácticamente con los de la Hispania romana, salvo el sur bizantino. Dentro del aparato político-administrativo destaca el Officium Palatinum (de carácter consultivo), núcleo de la posterior Aula Regia (también consultiva). Circunscripciones territoriales coincidentes con las antiguas provincias del Bajo Imperio, al frente de las cuales hay un duque. Los distritos rurales van progresivamente independizándose en el seno de cada provincia y al frente de ellos hay un conde. Extrema decadencia del municipio.
*b) la nobleza territorial conquista por completo el control del Estado (586-681). Importancia de los concilios de la Iglesia y de esta misma como institución (evangelización del medio rural e influencia del monacato venido de Oriente). Sisenando, para asegurar su poder, tuvo que convocar el IV Concilio de Toledo en 633. Lucha continua entre los grupos nobiliares por asegurarse el poder. La teoría política eclesiástica se convierte en legitimadora de las pretensiones nobiliarias. Con Chindasvinto y Recesvinto fortalecimiento de la autoridad real (VIII Concilio de Toledo).  Liber Iudiciorum (de base romanista) (654), bajo Recesvinto, unificación legislativa peninsular, tanto para los godos como para los hispanorromanos.
La deposición de Wamba a favor de Ervigio es un ejemplo de la influencia de los clanes aristocráticos.
*c) feudalización progresiva de la sociedad. 


Apéndice.

Leyenda del conde D. Julián.
Por otro lado, la historia de todo ello se engrosa con una leyenda que enlaza a Don Rodrigo con la familia de Don Julián. Según cuenta la leyenda, Don Julián, Conde de Ceuta, como muchos otros nobles, envía a su hija Florinda (la Cava) a la corte de Toledo para ser educada y también con la idea de que era un buen lugar para encontrar marido entre los hijos de otros nobles. Por aquella época, el rey visigodo Don Rodrigo padecía sarna y era Florinda la elegida para que le limpiara la sarna con un delicado alfiler de oro. Así se fue fijando el rey Don Rodrigo en ella, queriéndola poseer, pero no en matrimonio. Con el tiempo y guiado por la lascivia, forzó a la joven. Ella, tras la consumación del acto, envía a su padre una serie de regalos entre los que pone un huevo podrido. Don Julián, recibiéndolo, comprendió lo que había pasado. Fue a Toledo a reclamar a su hija, aunque para no levantar sospecha, dice que debía llevarse a Florinda con él, ya que su mujer estaba terriblemente enferma y sólo la visión de su hija podía hacer que recobrase algo la salud. Don Rodrigo no desconfía y entrega la chica a su padre. Don Julián regresa a Ceuta y más ofendido que nunca entabla conversaciones con Musa ibn Nusair, para desembarcar en la Península Ibérica. Lo que no esperaba nadie es que los musulmanes tuvieran planeado quedarse allí. De hecho, con anterioridad se había hecho, por ejemplo Atanagildo llamando a los bizantinos o Sisenando, llamado a los francos, para que apoyaran a un noble u otro en las luchas intestinas de los visigodos.


 

lunes, 23 de septiembre de 2013

Síntesis Reinos cristianos Península Ibérica.
Fuente: José Ángel García de Cortázar. La España medieval. Madrid, Alianza, 1974.
Autor: Enrique Castaños (2011).





Síntesis sobre los reinos cristianos del norte de la Península Ibérica en la Edad Media
(José Ángel García de Cortázar)

*la historia de los siglos VIII, IX, X y principios del XI, atraviesa en los reinos cristianos peninsulares las siguientes fases:

a)     El dominio del valle del Duero y la creación de los Estados leonés y castellano.
Don Pelayo, miembro del círculo de D. Rodrigo, se refugia en las montañas de Asturias. Hacia el 718 D. Pelayo llega a un acuerdo entre su grupo y los astures para hostigar a los musulmanes. 722: escaramuza de Covadonga, hábilmente explotada por D. Pelayo. Los sucesores de Pelayo consolidaron la dominación del territorio y adoctrinaron a sus habitantes (Alfonso I y Alfonso II). La posición de poder del grupo llegado a Asturias se refuerza progresivamente. Asimismo, entre 780 y 820, la Iglesia consolida su poder en Asturias, debido a tres circunstancias: -herejía adopcionista en Toledo (la Iglesia visigoda se desintegra y la de Asturias se independiza); -hallazgo a comienzos del siglo IX del sepulcro del Apóstol Santiago; -actuación a favor de la Iglesia de Alfonso II el Casto. Este último rey (791) fortalece considerablemente el reino astur y hostiga permanentemente a los musulmanes. Bajo Ordoño I (850-866) y Alfonso III (866-911), el reino astur traspasa la cordillera cantábrica y llega al valle del Duero, sentando las bases de su posterior repoblación. Mientras en las áreas asturiana y gallega se prolonga el esquema político visigodo de minoría privilegiada y mayoría sometida, en el área oriental de la cordillera cantábrica predominan los hombres libres y son mínimas las diferencias de clase.
En la segunda mitad del siglo X aparece Castilla como entidad independiente (condado de Castilla, bajo Fernán González, en 960).
En 914 la capital del reino astur se traslada a León.

b)    La integración del área vascona en un Estado con la creación del reino de Pamplona y su expansión por la Rioja.
Este proceso concluirá a mediados del siglo XI. Los contactos con Carlomagno son frecuentes, quien consolida su zona de influencia en los valles pirenaicos. Los intentos de Ludovico Pío de atraerse Pamplona fracasaron por completo. Con Sancho Garcés I se establece en Pamplona una nueva dinastía (922). La labor de repoblamiento a ambos lados del Ebro se encomienda sobre todo al monasterio de San Millán de la Cogolla.
c)     La creación de las bases de un nuevo reino cristiano: el condado de Aragón.
Su origen está en algunos núcleos de resistencia cristiana en el Pirineo aragonés (Jaca, Sobrarbe y Ribagorza). Centro espiritual del futuro condado de Aragón fue el monasterio de San Pedro de Siresa, mientras que el centro político fue Jaca. Antes del siglo XI, el condado de Aragón ya posee 4.000 km2. En el siglo XI el condado es absorbido temporalmente por el reino de Pamplona, convirtiéndose definitivamente en reino con Ramiro I (1035-1063).
d)    La creación y consolidación de la Cataluña vieja.
Hasta el siglo XII, Cataluña es un conjunto de condados que resisten al islam y en el que destaca el condado de Barcelona. En Cataluña, durante ese periodo, hay dos grupos claramente enfrentados: los partidarios de los francos carolingios (Barcelona había sido conquistada por Carlomagno en 801) y los mozárabes que escapan de al-Ándalus y que constituyen un grupo de opinión nacionalista defensor de la tradición hispano goda. Fue la familia de Wifredo el Velloso la que en 878 reúne todos los condados de Cataluña Vieja. El debilitamiento de los carolingios favorecerá la independencia de Cataluña. Labor repobladora y fundaciones monásticas (de capital importancia). Desde que en 987 Hugo Capeto funda una nueva dinastía en Francia, las relaciones políticas entre Cataluña y Francia dejan de existir.

*La Reconquista: la ampliación del marco geográfico hispano cristiano frente a los reinos de taifas y a los imperios bereberes (almorávides y almohades).

A partir del siglo XI la actitud defensiva de los cristianos se convierte en ofensiva, de manera similar a lo que está ocurriendo en la Cristiandad europea. La Reconquista se extiende entre mediados del XI y mediados del XIII. Se pueden distinguir cuatro etapas:

a)     La consolidación previa de la línea de partida, alcanzada en virtud del anterior proceso repoblador, se desarrolla entre el comienzo de la crisis del Califato en 1008 y la iniciación de los avances cristianos a mediados del XI. El fortalecimiento de la línea alcanzada antes de la muerte de Almanzor parece el objetivo primario del esfuerzos de los reinos cristianos durante la primera mitad del siglo XI. Los cristianos mejoran su armamento y técnicas militares durante el siglo XI, reduciéndose el peso de la infantería a favor de la caballería.
b)    La ocupación de los valles del Ebro y del Tajo, frente a los reinos de taifas y a los almorávides (1045-1147). Los primeros avances hacia el dominio de los valles del Ebro y del Tajo tienen lugar entre 1045 y 1090. La conquista de Toledo en 1085 por Alfonso VI de Castilla, supone dar el salto del Duero al Tajo. Con todo, los cristianos también conocen durante este periodo parciales fracasos. La conquista de Valencia por el Cid a finales del XI, gran caudillo militar y observante del código feudal, se pierde en cuanto desaparece su figura. El control del curso medio del Ebro gracias al empuje aragonés, dirigido por Alfonso I el Batallador, se obtiene entre 1110 y 1134. Zaragoza es conquistada en 1118. El dominio definitivo de los valles del Ebro y del Tajo es llevado a cabo por catalanes, castellanos y portugueses entre 1135 y 1150, aprovechando la crisis del Imperio almorávide y el surgimiento de las segundas taifas. Cataluña y Aragón se unen en 1150 con el casamiento del conde Ramón Berenguer IV de Barcelona y doña Petronila de Aragón.
c)     El dominio de los cursos alto y medio del Guadiana, Júcar y Turia, frente a las fuerzas de las segundas taifas y el Imperio almohade (1150-1212). En esta etapa se llega a un pacto entre Castilla y Aragón para repartirse las conquistas efectuadas, correspondiéndole Murcia a Castilla. Novedad importante es que los ejércitos cristianos se ven engrosados con las milicias de los concejos y las Órdenes Militares.
d)    La conclusión de la Reconquista: el dominio de las Baleares, Levante y valle del Guadalquivir, frente al debilitado Imperio almohade y las terceras taifas (1220-1264). En este tiempo mejora notablemente la construcción de barcos de guerra en Castilla y Aragón (Sevilla y Barcelona). En 1230 se unen las coronas de Castilla y León, bajo Fernando III el Santo. Córdoba cae en 1236, Jaén en 1246 y Sevilla en 1248. Desde 1266 hasta 1484 la frontera se mantuvo intacta entre musulmanes y cristianos. El reino nazarí de Granada ocupó una superficie aproximada de 30.000 km2.



*Individualización de los reinos cristianos peninsulares.

*La formación del mapa político de la España cristiana es la novedad del siglo XI, pues es entonces cuando los reyes cristianos comienzan a ejercer soberanía. El primero en hacerlo es Sancho III el Mayor de Navarra entre 1004 y 1035. La base de esa soberanía es la concepción del origen divino del poder y el reconocimiento de las limitaciones técnicas de ejercer un verdadero control de las fuerzas de su reino (consolidación del feudalismo). Estímulo económico y penetración cultural del Camino de Santiago. Este rey es el primero en cobrar parias a los reinos de taifas. Progresivo fortalecimiento del nuevo reino de Aragón. Unificación de la submeseta norte en beneficio de Castilla.

*La delimitación de los objetivos políticos de los reinos cristianos tiene lugar a lo largo del siglo XII y se refiere tanto al reparto de la tarea reconquistadora como a la fijación de las respectivas fronteras entre esos reinos. Reaparición del reino de Navarra (1134) y su nuevo y definitivo bloqueo como Estado marítimo en 1200. Creación (1143) y consolidación del reino de Portugal. Formación de la Corona de Aragón (1137). Fortalecimiento de los reinos de León y Castilla (desde 1157). Los éxitos almorávides favorecen la unión de Castilla (doña Urraca) y Aragón (Alfonso I el Batallador), que, sin embargo, será muy accidentada y llena de elementos disgregadores (reivindicaciones de los núcleos urbanos de Castilla, con una incipiente burguesía), que terminarán dividiendo de nuevo ambos territorios. El testamento de Alfonso I el Batallador de Aragón, que había obtenido grandes éxitos militares contra los musulmanes, y que entregaba el reino a las Órdenes Militares, es una fuente de conflictos, provocando la separación definitiva de Aragón y Navarra. El testamento no se cumplió. Doña Petronila (hija de Ramiro el Monje de Aragón, que fue sacado del claustro para ser proclamado rey) se casó como vimos con el conde de Barcelona. Navarra quedó encajonada entre el Ebro y los Pirineos, sin posibilidad de avanzar hacia el sur a costa de los musulmanes.

*Entre 1151 y 1213, el fenómeno político más evidente es la delimitación clara de los objetivos y de las posibilidades futuras de los cinco reinos peninsulares: Castilla, León, Navarra, Corona aragonesa y almohades.

*La individualización de los Estados peninsulares y la precisión de sus nuevos objetivos políticos, económicos y sociales es un proceso que se desarrolla entre 1213 y 1285, para alcanzar entre esta última fecha y 1325 las características que, agravadas por la crisis del siglo XIV, van a definir a los reinos españoles hasta fines del siglo XV. No pueden olvidarse la quiebra de la expansión ultrapirenaica de la Corona de Aragón y la desaparición del Imperio almohade. A partir de la batalla de Muret (1213), los aragoneses se interesan más por la expansión peninsular y por la expansión mediterránea. Fernando III el Santo de Castilla lleva a cabo la unificación definitiva de la Meseta. Desde 1285, el rey de Francia lo es también de Navarra. En Castilla surgen ya las discrepancias entre una nobleza celosa de su independencia y un poder real con aspiraciones centralizadoras amparadas en el Derecho romano. La conquista del valle del Guadalquivir va a conceder grandes extensiones de tierras a los nobles castellanos y a las Órdenes Militares. La nobleza en la Meseta favoreció la ganadería lanar. También surgieron enfrentamientos entre Jaime I el Conquistador de Aragón y la nobleza. La autonomía de la ciudad de Valencia y la creación de las Cortes valencianas desde 1261 fueron un contrapeso al poder de la nobleza. Con todo, fueron reconocidos ciertos derechos judiciales a los nobles con la creación del Justicia de Aragón, encargado de dirimir los conflictos entre el rey y los nobles. El sucesor de Jaime I, Pedro III, continúa con esta política pactista. Los mercaderes catalanes ayudaron a Pedro III en la ocupación de Sicilia (Vísperas sicilianas en 1282 contra los Anjou), pero los aragoneses, amenazados por la imposición de nuevos tributos, cierran filas contra el rey.




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Síntesis histórica de al-Andalus.
Fuente: José Ángel García de Cortázar. La España medieval. Madrid, Alianza, 1974.
Resumen de Enrique Castaños (2011).





Emirato y califato de Córdoba (756-1031)

Abd-al-Rahman I (756-788)
Hisham I (788-796)
Al-Hakam I (796-822)
Abd-al-Rahman II (822-852)
Muhammad I (852-886)
Al-Mundhir (886-888)
Abd Allah (888-912)
Abd-al-Rahman III (912-961)
Al-Hakam II (961-976)
Minoría de edad de Hisham II (976-981)
Almanzor (981-1002)
Abd-al-Malik (hijo de Almanzor) (1002-1008)
Abd-al-Rahman Sanchuelo
Golpe de Estado de Muhammad II al-Mahdi
Primer reinado de Muhammad II al-Mahdi
Sulayman al-Musta’in (reacción bereber)
Segundo reinado de Muhammad II al-Mahdi
Segundo reinado de Hisham II (1010-1013)
Segundo reinado de Sulayman al-Musta’in
Últimos Omeyas (1016-1031)

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*698: bizantinos expulsados de Cartago.
*después del 700: expediciones de árabes y bereberes en lo que hoy es Marruecos.
*Muza (gobernador de Ifriqiya = Túnez), directamente responsable ante el califa de Damasco. El lugarteniente de Muza, Tarik, cruzó el Estrecho con unos miles de bereberes en abril de 711.
*cuatro etapas:
a) control militar del territorio como consecuencia de una serie de victorias militares. Entre 711 y 714 Tarik y Muza toman posesión de la mayor parte del país. En Toledo recogen un amplio botín. En julio de 712 Muza cruza el Estrecho con unos 18.000 árabes. A su marcha, Muza confía el mando a su hijo, Abd-al-Aziz. España se convierte en provincia del Imperio musulmán con capital en Sevilla. Con la muerte de Abd-al-Aziz en 716 concluye de forma oficial la posesión del territorio, que, sin embargo, no se ha completado. Desastre de Poitiers (Carlos Martel, 732).
b) contacto con la población hispanovisigoda. Escasísima población invasora. Hasta Abderramán I, no más de 60.000 hombres, frente a cuatro millones de peninsulares. Los musulmanes se encontraron con enormes extensiones de tierra sin compromisos. Muchos conquistadores se fueron transformando de clase militar en clase terrateniente.
c) instalación de los invasores: entre 714 y 719, Abd-al-Aziz y Al-Hurr ponen las bases de la administración del territorio. Los árabes se establecen en los valles del Ebro y del Guadalquivir (Zaragoza, Sevilla, Córdoba) y se convierten en magistrados y funcionarios. Los bereberes en las altas tierras de la meseta y en los flancos de las sierras (Algarve, Extremadura, Guadarrama, macizos ibéricos y penibéticos), dedicándose al pastoreo.  El latifundismo musulmán es consecuencia del visigodo.
719: un nuevo valí, Al-Samh, se hará cargo del poder en España. Con él llegaron nuevos guerreros que entraron en conflicto con los ya establecidos. Al-Samh realizó entre sus hombres un reparto individualizado de tierras que consagraba el paso de una aristocracia guerrera a otra territorial. Desde Al-Samh, los árabes se consolidan como casta militar dominante. Dentro de la aristocracia árabe hay enfrentamientos entre yemeníes y qaysíes, que se habían originado en Siria.
741: sublevación bereber en España. El valí de Córdoba, para someterlos, contrató tropas sirias. La decisión de éstas de quedarse originó nuevos problemas de repartimiento de tierras.
d) toma de conciencia del nuevo territorio: nacimiento de al-Ándalus. Entre los invasores nunca se produjo la aparición del concepto de España como unidad de dominio político. En esto hay una gran diferencia con los visigodos. Para los musulmanes, España es un concepto estrictamente geográfico; todo lo contrario de lo que ocurriría en los núcleos de resistencia cristiana en el norte peninsular. Según Levi-Provençal, al-Ándalus no es más que el espacio peninsular sujeto al poder musulmán.

*el permanente y fracasado esfuerzo del poder omeya por constituir un Estado dominador de los innumerables poderes locales. Apariencia de administración centralizada que prolonga el particularismo de la época visigoda, imponiéndola a partir de 1031 con los reinos de taifas.

*muladíes: los que han renegado de la fe cristiana y abrazado el islam.

*tres etapas:
a) la creación del Estado hispanomusulmán y de sus instrumentos de gobierno y de administración, a partir de 756 con la proclamación de Abderramán I  como emir de al-Ándalus. Con Abderramán II, en 850, esta empresa organizativa está concluida. Legitimación del nuevo poder: era fácil encontrarla gracias a la carencia de una doctrina política en el Corán o en la sunna (dichos de Mahoma). El poder es preferible siempre a la anarquía. Abderramán I está avalado, además, por su pertenencia a la dinastía Omeya. El emir de Córdoba era el centro de la vida del Estado y su sumisión al califa de Bagdad era meramente religiosa. La oposición religiosa de los chiíes (primero partidarios de Alí, el yerno de Mahoma, y después de Husain, muerto en 680 en la batalla de Karbala contra los omeyas) y de los bereberes (que se sublevaron otra vez en 768), aconsejaron la imposición de una doctrina religiosa oficial única, adoptándose desde 794 la doctrina de la escuela jurídica de Malik en Medina. Sus partidarios son los alfaquíes malequíes (defienden la ortodoxia).
Abderramán I tuvo que apoyarse finalmente en mercenarios (bereberes, eslavos y sirios) y en extensas clientelas.
El país fue dividido en 22 circunscripciones llamadas coras, gobernadas por los jeques de las distintas bandas conquistadoras (gobernadores a los que los emires no confían un excesivo número de tropas para evitar rebeliones y secesiones).
Importantes reductos fortificados en Zaragoza, Mérida, Sevilla, Córdoba y Toledo. Tres grandes fronteras: el Ebro, que defendía la región de Zaragoza; las tierras del alto Duero y Toledo; la inferior, desde el cabo de Gata hasta el Atlántico.

* Al-Hakam I (796-822) hubo de enfrentarse a las tensiones sociales creadas en la población hispana y al poder de los francos (Marca Hispánica). Barcelona y Gerona cayeron en manos francas.

*relativa tranquilidad durante el reinado de Abderramán II. Hacienda saneada. Institucionalización de los tributos.
Tributos de los musulmanes: limosna (diezmo), capitación personal y tributo territorial. A ellos se unieron una capitación mensual y tributos por las ventas efectuadas en los zocos. Gracias a esta eficiente recaudación, Abderramán II contaba con un presupuesto anual superior al millón de dinares. Este emir reorganiza la Administración, la centraliza, uniformiza la condición de súbdito marginando el elemento racial y concibe el Estado al estilo de los despotismos orientales: poder absoluto del emir, rígida etiqueta, papel esencial del Ejército. Dos grandes organismos: Cancillería (oficina del emir) y Tesoro (Hacienda). Los más altos funcionarios son los visires. El hachib es un visir que hace las veces de primer ministro.
Pero la unidad era más aparente que real. Los poderes locales persistían y las correrías normandas llegaron hasta a penetrar en Sevilla (844).

*b) la aparición de las contradicciones del emirato a través de los movimientos nacionalistas de mozárabes y muladíes. (850-912). Las contradicciones eran sobre todo tres: 1. Privilegios de la minoría árabe, que en realidad no desaparecieron; 2. Grandes núcleos mozárabes en Toledo y Córdoba; 3. Dificultades de conciliar el Estado centralizado con los privilegios de la minoría árabe.
A estas tres dificultades se suman las pestes y hambrunas entre 865 y 874.
Conflicto mozárabe a partir de 850. Fortalecimiento del sentimiento de singularidad de la comunidad mozárabe, con elementos intransigentes como San Eulogio y Álvaro (teoría del martirio voluntario: presentarse al cadí, blasfemar de Mahoma y ser consiguientemente ejecutado). El problema mozárabe dejará de ser religioso para convertirse en político, cuando los que no huyan al norte se enfrenten a los árabes y a los emires.
Los levantamientos de musulmanes surgían sobre todo en las zonas fronterizas. La familia de los Banu Qasi, en Tudela, mantuvo una virtual independencia de Abderramán II.
Pero la tentativa más importante de independencia fue la protagonizada por la insurrección del muladí Umar-ben-Hafsun, que surge en 879, teniendo su centro de operaciones en la inexpugnable Bobastro (Málaga). Desafió a sucesivos ejércitos omeyas y logró extender su poder, gracias al apoyo de la población de los valles, de Sevilla a Granada, llegando a amenazar a la misma Córdoba. Su conversión al cristianismo en 899 le privó de apoyos muladíes, aunque ganó el de los mozárabes. Murió en 917 y sus hijos mantuvieron en jaque al poder califal hasta 927.  

*c) la fortaleza del Estado cordobés gracias al oscurecimiento de las contradicciones internas, por obra de la prosperidad económica y la progresiva militarización del régimen (912-1008).
La superioridad político-militar conseguida por Abderramán III necesitaba reforzarse frente al poder fatimí surgido en Kairouan como defensor de un nuevo sistema de ideas religiosas chiíes. Esta fue la principal razón por la que Abderramán III asumiese el título de califa en 929, afirmando no tanto el derecho a gobernar a todos los musulmanes del mundo, que no era su pretensión, cuanto la independencia de España respecto a toda autoridad superior. La cima del poder del califato de Córdoba se sitúa entre 930-980. El interés fatimí por Egipto debilitó su posición en el norte de África, entre Ifriqiya (Túnez) y el Magreb (Marruecos), circunstancia aprovechada por Al-Hakam II de Córdoba para conquistar esa región y mantener una importante avanzada en el norte de África (hasta el año 1000).
Aumento y profesionalización del Ejército en época de Abderramán III. Aumento de mercenarios eslavos y de las atarazanas. Reforzamiento de la vía Zaragoza-Toledo ante la amenaza cristiana.
A partir de 981 Almanzor se hace con el control del califato, estableciendo de hecho una dictadura militar, deshaciéndose previamente de sus rivales. Su ascenso había comenzado en 976, a la muerte de Al-Hakam II. La oposición a su poder fue reprimida sin contemplaciones. El califa se reduce a una figura decorativa. Aumento de los bereberes en el ejército. Sólo las conquistas y los golpes efectuados contra los cristianos, incesantes, podían disimular la falta de justificación de su poder ilegítimo. Pero el gasto de mantenimiento del ejército es tan grande, que desde 989 comienza a deteriorarse el peso y ley de las monedas califales, apareciendo un proceso inflacionario imparable. Asimismo, las contradicciones sociales iban en aumento y el poder de Almanzor se sustentaba sólo en el despotismo y el ejército. Su muerte, probablemente como consecuencia de las heridas sufridas en la batalla de Calatañazor (Soria) en 1002, hizo que el poder pasara a su hijo Abd-al-Malik, quien lo mantuvo hasta su muerte en 1008. A partir de ese momento se produce la progresiva descomposición del califato hasta su desaparición en 1031.

EL FIN DE LA DOMINACIÓN ÁRABE EN AL-ÁNDALUS: REINOS DE TAIFAS E IMPERIOS BEREBERES.

*creación y vigencia de los reinos de taifas entre 1009 y 1090: resultado de la quiebra del esfuerzo militar del califato. Se distinguen tres grupos: a) bereberes, que controlan la costa entre Barbate y Adra, extendiéndose por la serranía de Ronda y Sierra Nevada; b) eslavos, antiguos oficiales del ejército de Almanzor, se extienden desde Almería a Tarragona; c) andalusíes, que incluían a todos los musulmanes tanto de origen árabe como hispano. Estos constituyeron los reinos de taifas más poderosos, ocupando el interior y la fachada atlántica.

*durante la 2ª mitad del siglo XI los andalusíes se expanden a costa de bereberes y eslavos.

*entre los reinos de taifas y los reinos cristianos es frecuente el régimen de parias, relaciones contractuales y tratados que podían deshacerse en cualquier momento. Algunas veces los cristianos actúan como mercenarios de las taifas, como ocurre con el Cid en Zaragoza. La paz deben asegurarla muchas veces las taifas a cambio de grandes cantidades de oro. Se observa así un proceso inflacionista en los reinos de taifas (bajísima ley de las monedas, oro blanquecino debido a la cantidad de plata añadida y un peso que era la mitad de los dinares musulmanes, 1,9 gramos).

*estas circunstancias adversas no impide el extraordinario desarrollo cultural de los reinos de taifas, que rivalizan en este aspecto entre sí, especialmente Toledo, Zaragoza y Sevilla.

*dominación almorávide entre 1090 y 1145. Toledo había caído en 1085, gracias a las armas de Alfonso VI de Castilla. Esto constituyó un golpe muy duro. El rey taifa de Sevilla, ante la amenaza cristiana, recurre a la ayuda de los almorávides, cuyo centro decisorio estaba en Marraquech y además supondrá una renovada berberización del sur peninsular. El origen de los almorávides se encuentra en la cohesión de las tribus nómadas del Sáhara bajo las predicaciones del malequí Ibn Yasin, quien por haberse retirado a un monasterio-fortaleza (ribat), sus seguidores se llamaron al-murabitum (hombres del ribat o almorávides). Alternaban la vida ascética con la milicia. Respeto literal del Corán y resurrección de la guerra santa. No admiten desviaciones doctrinales o teológicas. En 1086 cruzan el Estrecho, solicitados por el rey taifa de Sevilla, y aplastan a los cristianos en Zalaca (Badajoz), aunque sin importantes consecuencias en beneficio de los nuevos invasores. El definitivo desembarco se produjo en 1090, decidiéndose los almorávides a establecerse en España. A pesar de los duros golpes infligidos a los cristianos, la falta de población hizo que las conquistas almorávides fueran efímeras y poco consistentes. La conquista se completó en 1094. Toledo no pudo ser reconquistada. El régimen almorávide se basó en la ocupación militar, correspondiendo el Gobierno a un valí del emir africano. De nuevo una unidad política ficticia se sobreimponía a una realidad social más profunda. A partir de 1096 se acuña en la Península un dinar de 4,20 gramos. Se suspendió el régimen de parias con los cristianos, con lo que la economía almorávide se reactivó, siendo dirigida por los puertos de Sevilla y Almería. La caía en 1118 de Zaragoza en manos cristianas (Alfonso I el Batallador) priva a los almorávides de la rica región del valle del Ebro. Otro golpe importante del mismo rey cristiano aragonés fue la incursión en la región de Granada y la toma de mozárabes con los que repoblar el valle del Ebro. En 1126 las monedas almorávides pesan ya 3,89 gramos. Además de las dificultades económicas como consecuencia de estas pérdidas, los almorávides debieron enfrentarse al descontento de los bereberes y los hispanomusulmanes. El refinamiento cultural de al-Ándalus debilitó las estrictas bases morales y religiosas almorávides, comenzando una pérdida de cohesión del sistema político. De nuevo se produjeron severas restricciones al pensamiento especulativo por parte de los juristas malequíes. En este contexto destaca la figura solitaria de Avempace, primer comentarista de Aristóteles. Durante el siglo XII aumenta la intransigencia contra judíos y cristianos. Entre 1144-1145 una serie de sublevaciones populares acaba con el dominio almorávide, surgiendo las llamadas segundas taifas.

*dominación almohade = nuevo proceso de berberización de al-Ándalus. Los almohades, previamente a su entrada en España, habían derrotado a los almorávides en el norte de África. Almohade significa defensor de la unidad. El origen de esta secta está en la protesta de un bereber del Alto Atlas, Ibn Tumart, quien reelabora la doctrina islámica a partir de la obra del místico Al-Gazalí (los atributos de Alá se resumen y unifican, frente a la dispersión almorávide). En 1147 terminan los almohades con el Imperio almorávide, apoderándose de Marraquech. Su intransigencia y fanatismo religioso eran aún mayores. Las segundas taifas se pueden dar por concluidas en 1170. La derrota en Alarcos, en 1195, de Alfonso VIII de Castilla por los almohades, no tuvo grandes consecuencias. El Imperio almohade, que convirtió a Sevilla en su capital, se presentó de nuevo como una superestructura militar impuesta a al-Ándalus. La moneda alcanza los 4,60 gramos, el peso más alto de la España medieval. Por un tiempo se intensifican los intercambios comerciales, sobre todo entre Sevilla y Génova. Pero el régimen no contó con el apoyo popular. Los juristas malequíes recuperan su influencia. Para granjeárselos, las obras de Averroes (el mayor comentarista de Aristóteles, nacido en Córdoba en 1126) son quemadas, una medida política evidenciada por el hecho de que Averroes consiguiese un puesto oficial en la corte de Marraquech. La intolerancia religiosa almohade, sin embargo, no se correspondió con la relativa permisividad del pensamiento especulativo (aportaciones de Averroes, Abentofail y el judío Maimónides). La desaparición del Imperio almohade como consecuencia de la batalla de las Navas de Tolosa (provincia de Jaén, 1212), supondrá a partir de 1220-1224 el surgimiento de las terceras taifas. La taifa de Murcia termina definitivamente con el poder almohade en 1231.

*Las terceras taifas desaparecen con las conquistas llevadas a cabo por Fernando III el Santo de Castilla y Jaime I el Conquistador de Aragón. Desde 1238 la España islámica queda reducida al reino nazarí de Granada (de Tarifa al cabo de Gata). Su prudente diplomacia, su vasallaje respecto de Castilla, su orografía montañosa, sus relaciones económicas con los cristianos y las guerras intestinas en Castilla durante el siglo XV, justifican su mantenimiento durante algo más de dos siglos.